"Mamá, estoy embarazada".
Para algunos padres, ésta es una de las frases que más temen escuchar de boca de sus hijos. Saber que su hija está embarazada y planea tener un bebé significa que habrá muchos cambios en su familia. Y si bien seguramente no es lo que la mayoría de los padres espera, ocurre a diario: cada año, aproximadamente medio millón de adolescentes dan a luz.
Si su hija adolescente está por convertirse en madre, puede resultar abrumador tanto para ella como para usted. ¿Cómo puede brindarle apoyo a su hija durante los cambios y los desafíos que le esperan?
Si su hija adolescente está por convertirse en madre, puede resultar abrumador tanto para ella como para usted. ¿Cómo puede brindarle apoyo a su hija durante los cambios y los desafíos que le esperan?
Lo que puede estar sintiendo:
Los padres experimentan una amplia variedad de reacciones cuando se enteran de que su hija adolescente va a tener un bebé. A algunos la noticia los deja estupefactos y perturbados, y están enojados con su hija por su "irresponsabilidad". Algunos se sienten decepcionados y entristecidos, porque saben que los sueños que tenían para su hija están por cambiar para siempre. Otros se preocupan por el futuro: ¿podrá su hija adolescente manejar las exigencias de la maternidad? ¿Terminará la escuela? ¿Podrá ir a la universidad? ¿Conseguirá trabajo?
Otros padres se sienten culpables, como si el embarazo de su hija se debiera a algún error que han cometido en su rol de padres. Es probable que piensen que, si hubiesen hecho más por proteger a su hija, esto no habría pasado. Y aunque algunos padres se sienten avergonzados por el embarazo de su hija adolescente y están preocupados por la reacción de la familia, los amigos y los vecinos, otros se alegran por la noticia de la llegada de un nieto; en especial, si el adolescente es mayor y tiene una relación de pareja madura.
Ya sea que experimente uno o todos estos sentimientos, no está solo. Éste suele ser un momento difícil en la vida de prácticamente cualquier familia. Lo importante es que se dé cuenta de que ahora su hija adolescente necesita de usted más que nunca. Es sumamente importante que puedan comunicarse (especialmente, cuando las emociones resultan abrumadoras). Las adolescentes que llevan adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales respecto de su salud, y su hija tendrá un embarazo más saludable (tanto desde el punto de vista físico como del emocional) si sabe que no está sola. Sin el apoyo de los padres, algunas adolescentes son más propensas a tomar decisiones equivocadas con consecuencias aún peores (como escaparse del hogar).
Entonces, ¿qué es lo que puede hacer como padre de una adolescente que va a tener un hijo? Reconozca sus sentimientos y trabaje sobre ellos para poder aceptar y apoyar a su hija. Esto no significa que no tenga derecho a sentirse decepcionado o, incluso, enojado. Estas reacciones son comunes y para nada inesperadas. Es posible que tenga que hacer frente a un torrente de emociones, particularmente al principio. Pero la realidad del futuro bebé significa que deberá superar sus sentimientos iniciales por el bien de su hija y de su bebé.
Si necesita ayuda para aceptar los sentimientos que le genera la situación, hable con alguna persona de confianza o busque ayuda profesional. Un tercero neutral puede ser un excelente recurso en un momento como éste.
Lo que puede estar sintiendo su hija adolescente
Hasta hace poco, la preocupación más grande de su hija quizás haya sido salir con sus amigos y pensar qué ropa ponerse. Ahora tiene que hacer frente a las náuseas y a las visitas al médico. Si usted piensa que su mundo cambió por completo, ¿puede imaginarse lo que siente su hija adolescente?
La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y, a menudo, se sienten aterradas cuando esto ocurre. Muchas adolescentes, especialmente las de menor edad, mantienen sus embarazos en secreto, porque tienen miedo de la ira y el desencanto de sus padres. Algunas pueden llegar a negarse a sí mismas que están embarazadas; en estos casos, es aún más importante que los padres se involucren y consigan atención médica para su hija lo antes posible. Los embarazos de adolescentes, particularmente las de menos edad, se consideran de alto riesgo, ya que sus cuerpos no han terminado de crecer y aún no han madurado por completo.
Los adolescentes varones que se transformarán en padres también necesitan la ayuda de sus padres. Aunque algunos pueden aceptar la oportunidad de tomar parte en la llegada del hijo, otros se sienten atemorizados o culpables y es posible que necesiten apoyo para asumir sus responsabilidades (el padre es legalmente responsable del sostén económico del hijo en todos los estados). Sin embargo, esto no significa que deba presionar a su hijo o hija adolescente para que se case, si no es lo que desea. Ofrézcale su consejo, pero recuerde que imponer su opinión o amenazar a un adolescente puede, a la larga, volverse en su contra. En estos casos no existe una única solución. La comunicación sincera entre usted y su hijo adolescente será de ayuda en el momento de pensar en el futuro.
Los padres experimentan una amplia variedad de reacciones cuando se enteran de que su hija adolescente va a tener un bebé. A algunos la noticia los deja estupefactos y perturbados, y están enojados con su hija por su "irresponsabilidad". Algunos se sienten decepcionados y entristecidos, porque saben que los sueños que tenían para su hija están por cambiar para siempre. Otros se preocupan por el futuro: ¿podrá su hija adolescente manejar las exigencias de la maternidad? ¿Terminará la escuela? ¿Podrá ir a la universidad? ¿Conseguirá trabajo?
Otros padres se sienten culpables, como si el embarazo de su hija se debiera a algún error que han cometido en su rol de padres. Es probable que piensen que, si hubiesen hecho más por proteger a su hija, esto no habría pasado. Y aunque algunos padres se sienten avergonzados por el embarazo de su hija adolescente y están preocupados por la reacción de la familia, los amigos y los vecinos, otros se alegran por la noticia de la llegada de un nieto; en especial, si el adolescente es mayor y tiene una relación de pareja madura.
Ya sea que experimente uno o todos estos sentimientos, no está solo. Éste suele ser un momento difícil en la vida de prácticamente cualquier familia. Lo importante es que se dé cuenta de que ahora su hija adolescente necesita de usted más que nunca. Es sumamente importante que puedan comunicarse (especialmente, cuando las emociones resultan abrumadoras). Las adolescentes que llevan adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales respecto de su salud, y su hija tendrá un embarazo más saludable (tanto desde el punto de vista físico como del emocional) si sabe que no está sola. Sin el apoyo de los padres, algunas adolescentes son más propensas a tomar decisiones equivocadas con consecuencias aún peores (como escaparse del hogar).
Entonces, ¿qué es lo que puede hacer como padre de una adolescente que va a tener un hijo? Reconozca sus sentimientos y trabaje sobre ellos para poder aceptar y apoyar a su hija. Esto no significa que no tenga derecho a sentirse decepcionado o, incluso, enojado. Estas reacciones son comunes y para nada inesperadas. Es posible que tenga que hacer frente a un torrente de emociones, particularmente al principio. Pero la realidad del futuro bebé significa que deberá superar sus sentimientos iniciales por el bien de su hija y de su bebé.
Si necesita ayuda para aceptar los sentimientos que le genera la situación, hable con alguna persona de confianza o busque ayuda profesional. Un tercero neutral puede ser un excelente recurso en un momento como éste.
Lo que puede estar sintiendo su hija adolescente
Hasta hace poco, la preocupación más grande de su hija quizás haya sido salir con sus amigos y pensar qué ropa ponerse. Ahora tiene que hacer frente a las náuseas y a las visitas al médico. Si usted piensa que su mundo cambió por completo, ¿puede imaginarse lo que siente su hija adolescente?
La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y, a menudo, se sienten aterradas cuando esto ocurre. Muchas adolescentes, especialmente las de menor edad, mantienen sus embarazos en secreto, porque tienen miedo de la ira y el desencanto de sus padres. Algunas pueden llegar a negarse a sí mismas que están embarazadas; en estos casos, es aún más importante que los padres se involucren y consigan atención médica para su hija lo antes posible. Los embarazos de adolescentes, particularmente las de menos edad, se consideran de alto riesgo, ya que sus cuerpos no han terminado de crecer y aún no han madurado por completo.
Los adolescentes varones que se transformarán en padres también necesitan la ayuda de sus padres. Aunque algunos pueden aceptar la oportunidad de tomar parte en la llegada del hijo, otros se sienten atemorizados o culpables y es posible que necesiten apoyo para asumir sus responsabilidades (el padre es legalmente responsable del sostén económico del hijo en todos los estados). Sin embargo, esto no significa que deba presionar a su hijo o hija adolescente para que se case, si no es lo que desea. Ofrézcale su consejo, pero recuerde que imponer su opinión o amenazar a un adolescente puede, a la larga, volverse en su contra. En estos casos no existe una única solución. La comunicación sincera entre usted y su hijo adolescente será de ayuda en el momento de pensar en el futuro.
Preocupaciones especiales de las adolescentes embarazadas
Si bien la mayoría de las adolescentes están biológicamente preparadas para dar a luz bebés sanos, esto a menudo depende de si recibieron la atención médica adecuada; en especial, en los primeros meses de embarazo, que son cruciales. Las adolescentes que reciben atención médica adecuada y que cuidan de mismas tienen más probabilidades de tener bebés sanos. Aquellas que no reciben atención médica corren más riesgos de:
Si bien la mayoría de las adolescentes están biológicamente preparadas para dar a luz bebés sanos, esto a menudo depende de si recibieron la atención médica adecuada; en especial, en los primeros meses de embarazo, que son cruciales. Las adolescentes que reciben atención médica adecuada y que cuidan de mismas tienen más probabilidades de tener bebés sanos. Aquellas que no reciben atención médica corren más riesgos de:
- Muerte del feto.
- Hipertensión.
- Anemia.
- Complicaciones durante el trabajo de parto.
1 comentario:
Desde mi punto de vista, esta entrada refleja con mucha precisión todo los sentimientos y emociones que se ponen de manifiesto cuando una joven se queda embarazada, es decir, en la mayoría de los casos, un embarazo no deseado, así como las primeras impresiones y preocupaciones de los padres al conocer la noticia.
En los últimos tiempos, esta ha sido una noticia de actualidad, pues diariamente se conocen casos de embarazos en la adolescencia.
Una manera de evitar en cierta medida este "problema" sería concienciando a los jóvenes de todas las enfermedades de transmisión sexual, y sobre todo informarles sobre los distintos tipo de métodos anticonceptivos que pueden utilizar para su seguridad.
Enhorabuena por el blog.
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